Maru la «buena onda»

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Opinión.-

La gobernadora Maru Campos no deja de sorprender a la gente «con sus buenas acciones» del día, o su farol de nobleza y de santidad, aunque desde la silla del Palacio de Gobierno se comporte a veces como el mismísimo diablo.

Este martes, después de uno de sus ya tradicionales “viajes de trabajo al extranjero”, por fin se dignó a venir al estado de Chihuahua, y justo antes de ingresar al Palacio de Gobierno, Maru Campos se bajó a tomarse la selfie y ayudar a una familia que se tomaban fotos en la réplica de las Alas de la CDMX.

La señora gobernadora hasta se puso en cuclillas para fotografiarse con una niña que traía el brazo quebrado y enyesado, mientras la mamá muy contenta saludaba y agradecía el gran gesto de la mandataria, eso sí, la Maru no traía su cubrebocas, siendo el mismísimo gobierno del estado quien dijo que ya era otra vez obligatorio traerlo en la vía pública, en fin, la hipocresía.

Lo malo que esa bondad es sólo para las cámaras, mientras demuestra una gran indolencia ante los problemas de inseguridad, salud y economía, que aquejan al estado y a sus ciudadanos.

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