Las rasuradas que se aventaron los comités evaluadores de los tres poderes del Estado, para la selección de candidatos al Poder Judicial, por lo menos en el ámbito local, fueron realmente absurdas. Más de dos mil personas presentaron solicitud para aspirar a un cargo dentro del Tribunal Superior de Justicia, muchos de ellos sin experiencia, otros con las capacidades académicas totalmente cuestionables y otros más, con toda la experiencia del mundo y la trayectoria que daba garantía a un buen desempeño. Pues aunque usted no lo crea, la rasurada se basó en los sentimientos, corazonadas y criterios personales de quienes integran los comités evaluadores, tanto de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Como ejemplo, tan sólo dos perfiles de los dos mejores despachos penalistas y amparistas en todo el estado, fueron rasurados de las listas, como lo son Héctor Villasana y Gabriel Vidaña, por lo que muchos ya se preguntan si realmente se trató de “una casualidad” o si fueron ordenes que salieron hacia los comités evaluadores, desde el Palacio de Gobierno.
Síguenos
